Quisiera partir presentándome, mi nombre es Antonia Avalos y estoy en 3ro medio, he sido parte del Colegio Ascensión Nicol desde hace casi 10 años, y fui parte de las peregrinas que viajaron a el Encuentro Juvenil Mundial con el papa Francisco en Lisboa.
Puedo relatar mi experiencia como una de las más maravillosas que he vivido, desde que cumplí mis 6 años y hasta el momento, jamás he dejado de escuchar historias de la gran Familia Dominica de todo lo que han sido o son sus representantes, entre ellos la gran Beata Ascensión Nicol y Santo Domingo de Guzmán, el encontrarme con esta gran familia en nuestro viaje, y con todos los lugares sagrados donde las historias relatas desde mi infancia tuvieron pie, fue un abrazo a mi fe y a mi conexión con la familia dominica. Cada hermana, cada Fraile y cada laico dominicano con el que nos encontramos, fue una luz brillante que ilumino nuestro camino como peregrinas, por eso estoy agradecida con cada uno de ellos y con las experiencias vividas.
Créanme cuando les digo, que el ver a la Beata Ascensión Nicol y como es parte importante de la historia dominicana en Caleruega, lugar donde, también Santo Domingo de Guzmán nos contaba su hermosa historia, fue darme cuenta de que los dominicos rompíamos las fronteras, y éramos muchos más los dispuestos a hacer las cosas bien. Porque, en nuestro camino, en cada momento que tuve la oportunidad de conocer, de conversar con cada una de las hermanas dominicas en España, cuando me reí y disfrute de las historias de Fray Félix, cuando fui capaz de conversar y reflexionar junto a jóvenes como yo, partes de la familia dominicana, pude ver reflejada la hermosa frase que escuche por primera vez, cuando era apenas una niña, porque para todos, para mí y para ellos “no nos basta con hacer el bien, es necesario hacerlo bien”.