En la siguiente presentación, encontramos a la Hna. Conchita desafiando a cada cristiano a estudiar, reflexionar sobre las Sagradas Escrituras para ser heraldos, proclamadores de la Buena Nueva. Por lo tanto, la hermana anima a todos a vivir ese compromiso, a compartir la Palabra de Dios con los demás. Ella va más allá para compartir sobre el discipulado, una llamada, la vocación de uno subrayando el carisma de las Hermanas Dominicas Misioneras del Rosario. Estar dispuestas a dialogar continuamente con Dios y con los demás, esforzándose por vivir plenamente la propia vida, el don que Dios nos ha dado, los talentos, hasta llegar a la plenitud de la vida.