La buena Noticia Mc. 6,7-13
Jesús envía a sus discípulos y pide no llevar nada para el camino.
Lo que pide es que no dependamos de las seguridades externas, sino que confiemos en lo esencial. Lo material es pasajero. No necesitamos nada, lo somos todo y lo tenemos todo.
Jesús los envío de dos en dos. Nos recuerda el sentido comunitario en lo que hacemos y somos.
En la vida religiosa, actuamos en nombre de la comunidad, en el hogar en nombre de la familia, en el trabajo en nombre de la institución. Nos ayuda a evitar cualquier clase de superioridad de unos sobre otros. Con frecuencia nos pasa que actuamos por nuestra cuenta sin contar con los que viven a nuestro lado.
“Les da autoridad sobre los espíritus inmundos” Se trata de una fuerza para superar no solo lo que nos afecta de los demás, sino nuestros propios demonios. El trabajo en nosotros mismos es una tarea ardua y continua, sin esto no es posible el encuentro con el otro, el trabajo en equipo, ni la vida desde nuestro centro.
Para lograr el equilibrio emocional, la paz y la armonía es necesario el autoconocimiento y la autoconciencia que nos ayude a abandonar los prejuicios, los miedos, las creencias limitantes que nos llevan a vivir en continuo auto sabotaje.
Lo misión no puede ser una programación que viene de fuera, sino una exigencia que nace de nuestro ser, consecuencia de la presencia interna de Dios en nosotros.
No olvidemos que la misión no consiste en predicar, sino en ser y hacer un mundo cada vez más humano.
(Hna. Naroa Andino Granja MDR)