Damos gracias a Dios por la carta que ha escrito el Papa Francisco, justamente en el contexto en el que vivimos de crisis y en muchos países de violencia, discordia, intolerancia. Que la lectura de este documento nos anime a construir la paz y la sororidad y fraternidad en nuestras misiones y con los pueblos con los que compartimos la vida.
«Fratelli tutti» escribía san Francisco de Asís para dirigirse a todos los hermanos y las hermanas, y proponerles una forma de vida con sabor a Evangelio. De esos consejos quiero destacar uno donde invita a un amor que va más allá de las barreras de la geografía y del espacio. Allí declara feliz a quien ame al otro «tanto a su hermano cuando está lejos de él como cuando está junto a él»[2]. Con estas pocas y sencillas palabras expresó lo esencial de una fraternidad abierta, que permite reconocer, valorar y amar a cada persona más allá de la cercanía física, más allá del lugar del universo donde haya nacido o donde habite.