APRENDER A ESPERAR, ESPERAR ES ENFRENTAR

 “¿Con destino a Manila? ¡Oh! da miedo…”

Sí, esta es la usual respuesta que da la gente -la “nueva respuesta normal”- de aquellos que viajan a la capital de Filipinas debido a la continua expansión del COVID19. Aquí, hemos tenido el más largo confinamiento y recién ahora Manila ha vuelto a tener otros 15 días de confinamiento con una regulación mucho más extrema de la cuarentena. Ahora estamos en el top de nuevos casos de contagios entre los países vecinos, lo que trae preocupaciones como:

  • Miles de trabajadores perderán sus trabajos.
  • Hundimiento de la economía de nuestro país.
  • Restricciones de movimiento.
  • Cierre temprano de escuelas.
  • Y sí, las residencias universitarias no son excluidas de esta crisis.

La apertura de clases para el año escolar 2020-2021 fue crucial y fue conducida por una serie de consultas que llegaron a la decisión de que escuelas públicas y privadas deberán implementar estudios ONLINE, partiendo el 24 de agosto de 2020. Entre la falta de preparación en la mayoría de las escuelas y de que existen áreas que aún se encuentran bajo Cuarentena Comunitaria Modificada Mejorada (MECQ en inglés), la ley de la república N°11.480, recientemente publicada, permite al presidente con recomendación del Ministro de Educación la apertura de las escuelas al al sistema ONLINE el 5 DE OCTUBRE DE 2020 en todo el país. Esto afectará todo el dormitorio de apostolado, ya que no será solicitado por estudiantes. Es una dura verdad. Podría sonar poco honesto decir que no nos afectaría. La verdad es que, de haber tenido un buen número de niñas cada año y en cada semestre en nuestro dormitorio a tener cero es impensado para un apostolado. En el pasado, a estas alturas del año teníamos nuestros teléfonos a máxima capacidad atendiendo a quienes nos llamaban para quedarse con nosotros o para notificar sus fechas de llegada.

Es tan agradable y estamos ansiosas de ver a nuestras hermanas en la escuela, muy ocupadas preparándose para la nueva Tendencia de Aprendizaje, “EL APRENDIZAJE MEZCLADO DISTANCIADO”. Mientras tanto, en los dormitorios necesitamos tener esperanza de encontrar una nueva forma y ser pacientes para esperar hasta el momento en que la situación cambie.

Tal como Pedro en el evangelio de Mateo:14-25-31 donde estaba caminando sobre el agua hacia Jesús, él se asustó del viento fuerte y comenzó a hundirse…podríamos no estar hundiéndonos, ya que con nuestra fuerte y firme fe nos aferramos a Jesús quien estira Su mano y lo escuchamos diciendo: “Se valiente, no tengas miedo, soy yo”.

¿Por cuánto tiempo batallaremos con este enemigo invisible? Nadie lo sabe. Aún estamos esperando y tenemos puesta nuestra esperanza en que se desarrolle una vacuna, la cual, hasta ahora, sabemos muy bien que ninguna ha sido probada como para asegurarnos protección, no cura de este virus. Por lo tanto, para nosotras, creemos que este será un largo viaje para cada uno de nosotros. Nos mantendremos alejadas del virus y enfocadas en el lado el lado más brillante de la vida. Seguiremos todos los protocolos de salud que indique el gobierno, incluso si son poco claros.

Nos mantendremos fuertes en nuestra fe, como en Lucas 18: 1-5:8 describe la parábola de la viuda persistente. Ella estaba pidiendo justicia a un juez injusto, pero por su persistencia al final su solicitud fue concedida. Asimismo, en Lucas 18:1 “Es preciso orar siempre y sin desfallecer”. Con esto y con Jesús, Podemos enfrentar la “NUEVA NORMALIDAD” tal como vive nuestros corazones, porque creemos que nuestro amado Dios siempre está con nosotros, nos da fuerzas y escucha nuestras necesidades en nuestras oraciones.

Hermana Josefina Lasola y Concepción Santiago

(Padre Noval ST, Sampaloc, Manila)

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