NUESTRO CAMINAR COMO COMUNIDAD LAICA MDR EN TIEMPOS DE PANDEMIA
- Hnasmdro
- junio 15, 2020
- Experiencias MDR
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El “corona virus” nos cayó como bomba…nadie estuvo preparado para vivir y enfrentar esta pandemia que tantas vidas se ha llevado y viene afectando a muchas familias, sobre todo a las más vulnerables, dejando mucho dolor que tardará mucho en cerrar; porque ni despedir, ni enterrar a nuestros seres queridos se nos permite.
Desde el inicio como responsable de la Comunidad tuve gran preocupación ¿cómo continuar con nuestra vida Comunitaria MDR durante la pandemia?” fuente de vida, ESPIRITUALIDAD y CARISMA MISIONERAS DOMINICAS DEL ROSARIO” razón de nuestro ser, donde compartimos la palabra del SEÑOR, profundizamos nuestra Fe, revisamos nuestra vida, compromisos y servicio a los más necesitados en la Pastoral Parroquial, Organizaciones sociales, en el lugar donde estamos.
¡Un reto muy grande! Teníamos que continuar, Convoqué a mi Equipo Coordinador (Amparo, Maximina, y Asesora Yojani) para compartir esta inquietud, que también era la de ellas; la Comunidad tiene un rol importante en nuestras vidas. Acordamos “seguir remando” con las herramientas actuales de tecnología, y las que tenemos a nuestro alcance, el más común y sencillo el celular por wasap. Y así lo hicimos, desde que inició el aislamiento social, continuamos con nuestras reuniones ordinarias, celebración a Ma. Ascensión Nicol nos motivó.
Incluimos en nuestra vida el alimento del Evangelio diario a través de audio, nos ayuda a la reflexión diaria, ilumina, da luces para enfrentar el día a día que vivimos lleno de emociones, sentimientos, crisis, miedo a lo desconocido, preocupación por conseguir recursos ya que nuestros ingresos se han visto mermados; la necesidad de nuestros hermanos alrededor. Como laicos MDR íbamos animando, infundiendo fortaleza en nuestros hogares y en la comunidad mirando con esperanza frente a tanta necesidad y situaciones de precariedad.
Los retos propios de la situación, estando inmersas en un distrito tan grande como lo es San Juan de Lurigancho, donde hay más familias en extrema pobreza, inmigrantes provincianos y venezolanos, la necesidad estaba a flor de piel, no podía esperar, no podíamos quedarnos quietas, ¡teníamos que solidarizarnos con nuestros hermanos!
Ítala, Maclovia, extendiendo redes para ubicar familias sin recursos, apoyando a la Parroquia en la distribución de las canastas de víveres, no les había llegado la ayuda del Estado, Trabajaron codo a codo con nuestros sacerdotes, prepararon almuerzo un día para la gente itinerante que pugnaban por regresar a sus pueblos, no tenían que comer, mujeres embarazadas, familias con niños pequeños, prepararon 400 almuerzos y los sacerdotes dieron de comer a 800. Amparito, por las redes conectándose con el AA. HH el Paraíso en las laderas de nuestra Parroquia, pudo conseguir recursos para que se hiciera la OLLA COMÙN había muchas familias que no tenían alimentos. Juanita ayudando a sus vecinos venezolanos, y cada una desde lo que podíamos hacer, yo apoyaba con la ESCUCHA, llamando y recibiendo llamadas de hermanos (as), dirigentes, coordinando apoyo, dando información, orientación sobre consultas telefónicas médicas, sobre violencia, etc.
Una nueva experiencia con una realidad al desnudo que interpela; donde vamos redescubriendo las cosas dando el valor a la persona, acompañando a nuestros hermanos, llevando a Jesús como esperanza.
Ahora nuestras reuniones de comunidad lo hacemos por llamada grupal, es mejor y ágil la comunicación.
Lo importante aquí no son los medios es más “la voluntad de estar unidos y compartir la vida”, oramos, lloramos, cantamos. Seguimos caminando, confiando en el JESUS RESUCITADO, Y LA VIRGEN DEL ROSARIO modelo de todo lo necesario para este caminar.
Agradecemos también a las HNAS. MDR. Juana Reinoso y Esmilda Saavedra quienes participaron en algunas reuniones en el wasap dándonos aliento…
Evans Ríos Ortega
Coordinadora
COMUNIDAD LAICA MDR SANTA CATALINA DE SIENA DE SAN JUAN DE LURIGANCHO
San Juan de Lurigancho, mayo del 2020.