Espíritu de Dios

Espíritu Santo,
Don del Padre y del Hijo,
promesa fiel,
amor desbordante.
Calor maternal,
Ven a nuestra humanidad que gime,
que peregrina entre la incertidumbre
y la desolación.
Ven a nuestros pueblos empobrecidos
Que sufren la pandemia, el hambre
la corrupción y la opresión.
Necesitamos tu fuego que nos transforme
Tu viento que nos remezca
Tu soplo que nos reconcilie
Tu amor que nos haga comunidad
Tu aliento que nos devuelva a la vida
Tu brisa suave que nos reconforte
Necesitamos sentirnos habitadas
Con tu presencia que nos cobije,
con tu agua que nos vivifique
Necesitamos descubrirte
en cada gesto solidario,
en la mirada que consuela
en el pueblo organizado,
en el grito de protesta
Ven Espíritu Santo
a nuestras comunidades nativas
que se sienten huérfanas
que no son prioridad de los estados
que se mueren sin atención de salud
Ven Espíritu Santo
sana los corazones destrozados

fortalece a los agotados,
sostén a los que nos cuidan.
Espíritu Santo
Renueva el rostro de nuestra tierra,
Que todos seamos un único cuerpo,
Cristo en medio de su pueblo
Su espíritu que late en cada ser que ama,
que cree y espera.
Haznos testigos creíbles de tu presencia
Derriba nuestros miedos
Y sacude todas las parálisis
Abre nuestras ventanas,
Envíanos a abrazar la esperanza,
gestar comunidades nuevas,
libres y mensajeras de tu paz.
Tejedoras de unidad en la diversidad
Pregoneras de tu evangelio.
de tu presencia siempre nueva
en todo y en todos.
Amén.
(Jacqueline Sothers)

Compartir esta publicacion