Ven Espíritu Santo…

Jesús, manantial de vida,
tu corazón materno
no nos deja en la orfandad
nos regalas tu misma vida,
tu Espíritu.

Nos susurra tus palabras,
es memoria de tu amor
ilumina nuestro barro
transparenta nuestro ser
nos habita con su paz.
Es brújula en el camino,
soplo impredecible,
cobijo en la intemperie,
aliento en los abismos.

Queremos amarte, Señor
sabes que no siempre acertamos,
que nuestro amor es débil e inconstante,
Por eso, necesitamos de ti
de tu Espíritu
Porque
si tu Espíritu nos abrasa
nuestra soledad es habitada,
los miedos se disipan,
nuestro amor se recrea,

Si tu Espíritu nos abraza
trascendemos fronteras
derribamos egoísmos
tejemos lazos de fraternidad
volvemos a lo esencial,
detenemos nuestra marcha,
contemplamos agradecidamente,
abrazamos la historia.

Si tu Espíritu nos abrasa,
podremos contener al que sufre,
sintonizar con el dolor del prójimo,
reconciliar las heridas
y volver a empezar.

Queremos hospedarte,
Oh, espacio sagrado
Espíritu de Dios
y abrazar tu sabiduría.
Eres lo mejor que hay dentro nuestro.
Queremos acogerte y acoger
a nuestra humanidad dolorida,
Dejarnos remecer por tu soplo.
Que tu misterio de amor
se haga comunidad en nuestro ser.
Amén.
(Jacqueline Sothers, MDR)

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