¡No tengan miedo! Estas palabras pronunciadas por el Beato Juan Pablo II el día de la inauguración de su pontificado, el 22 de octubre de 1978, siguen siendo relevantes hoy.
Me permito, queridas hermanas, dirigírnoslas a nosotros en estos tiempos difíciles por los que estamos pasando, no tener miedo porque Cristo ha vencido a la muerte, Él está vivo; ¡Es Pascua!
Estamos llamados a acoger la vida tal como se nos presenta, con estos meandros y a vivir con alegría y esperanza a pesar de las realidades que la vida presente nos ofrece. Ciertamente, la pandemia de covid-19 nos ha separado de tantas maravillas, ha modificado tantos proyectos, tantos sueños … pero también debe permitirnos encontrarnos con nuestro ser interior. ¿No decimos que Dios escribe derecho sobre una línea curva?
¡No tengamos miedo y aferrémonos a la vida! Demos la bienvenida a este tiempo de confinamiento como un tiempo de gracia que nos permite salir de nuestras rutinas y abrirnos al plan de Dios para nosotros, invitándonos a vivir de manera diferente.
Aprovechemos esta oportunidad, que es un cruce hacia un mañana mejor como el hierro, que se transforma y purifica en contacto con el fuego. Que este momento sea para nosotros un tiempo de lectura, de estudio, de corazón a corazón con Dios y con la naturaleza, un tiempo de creatividad, tiempo para examinarnos / escucharnos, para fortalecer nuestros lazos de hermandad y para saborear los momentos de nuestra comunidad…
Con confianza en Cristo resucitado, inspirémonos personalmente y en comunidad para que al final de este cruce pandémico podamos cantar con el salmista: “entramos en el agua y el fuego, y tu Señor nos has renovado en abundancia” Salmos 65,12.
Bénédicte Mukadi