La Buena Noticia Lc 24,13-35
Jesús al encontrarse con los discípulos se dispone a escucharles, les permite desahogarse y sacar fuera su amargura, para luego, tocando sus heridas colmarles de amor y de vida.
Es lo que haría Jesús ahora mismo en nuestro dolor por la pandemia, nos escucharía, nos abrazaría, nos consolaría y nos devolvería la esperanza y la alegría que muchos vamos perdiendo cuando vemos a tantos hermanos nuestros que nos dejan y que no podemos siquiera despedirlos ni enterrarlos.
Jesús curaría nuestras heridas y nos lanzaría a la vida. Pero una vida diferente, renovada, quitando la primacía al poder y al tener y poniendo atención a lo esencial, a nuestro ser como personas. Nos enseñaría a cuidar nuestra madre tierra, con la certeza de que si ella está sana todos esteremos también curados.