Nuestra vida son instantes Estelas en la mar A veces intensos, otros apacibles, en qué sentimos arder el corazón Y otros en que nos abraza la oscuridad. Encuentros y adioses. Vamos tejiendo lo cotidiano con los hilos de nuestra humanidad frágil y sagrada. Caminamos con heridas propias y ajenas, remendamos, volvemos a empezar. Una y otra vez resucitas nuestra esperanza. Queremos como tú Señor, pasar con sentido, haciendo el bien Dejando la huellita de tu ternura, tu mirada, tu cercanía. Madre Ascensión Tu que pasaste haciendo el bien a los hijos e hijas de la selva. Intercede por nosotras, por la misión encomendada, Por nuestros pueblos heridos, Por la congregación sin fronteras que sepamos hilvanar la sororidad y gestar nuevas puntadas desde la lógica de los pequeños gestos y de los pequeños de la historia. Amén. Hna. Jacqueline Sothers, MDR