NUESTRA CASA COMÚN ESTÁ PERDIENDO HERMOSURA

Las montañas son esponjas que absorben el agua que el planeta necesita. Estas conservan el agua que se requiere para la subsistencia de los seres vivos. En la región sur existe un circuito de montañas entre la Sierra de Bahoruco y la Sierra de Neyba. En estas Sierras hay una densa población de endemismo en la flora y fauna. Existen también abundantes ríos, el más importante es el Yaque del Sur, los cuales, además de ser utilizados para el consumo diario y el reguìo de las siembras de plátanos y demás productos de la región, sirve para calmar el sofocante calor propio del Sur del país.

La destrucción de la Sierra de Bahoruco es explotada de forma desmedida por empresas extranjeras que vienen al país a acabar con el medio ambiente. Destruyen montañas y bosques para extraer sulfato de calcio, minas de sal, yeso, Larimar para la exportación, acabando así con estos pulmones naturales. 

Cito de manera íntegra el siguiente artículo que expresa parte de la realidad sobre el Medio Ambiente en el Sur del país, región donde nosotras las MDR estamos de misión: “Expertos ambientalistas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), y de la Sociedad Ecológica de la ciudad Santa Cruz de Barahona han mostrado preocupación en torno a las maquinarias pesadas que el Proyecto de Desarrollo Hotelero e Inmobiliario Perla del Sur tiene derribando la montaña “El Derrumbao”, ubicada entre el río San Rafael y la comunidad La Ciénaga donde extraen enormes rocas para construir dos amplios rompeolas en la playa del citado complejo” (https://almomento.net/barahona-expertos-ambientales-temen-destruccion-montana-el-derrumbao/).

Al mismo tiempo hay una gran preocupación con la Bahía de Neiba, la cual es un tesoro hidrográfico de la costa de Barahona y la más importante de toda la región Sur, ésta está amenazada en poder convertirse en un estanque de agua contaminada, sin vida marítima y con un impacto sin precedente en el medio ambiente si se continúa tirando desechos sólidos en sus proximidades.

La Encíclica Laudato Si No 32 expresa: “Los recursos de la tierra también están siendo depredados a causa de formas inmediatistas de entender la economía y la actividad comercial y productivas…”

Al Municipio de Cabral, lugar donde nosotras vivimos, se le llama “La capital de las aguas” por la abundancia de este preciado líquido en el lugar. Hay abundantes fuentes de agua subterráneas, con la pena de que éstas estén desapareciendo como consecuencia de la deforestación, los desechos plásticos que se tiran en los ríos, y sobre todo, por la presencia de la fábrica de Block Cury, cuyos residuos llegan a muchos de los ríos y a la Laguna Rincón.

Al respecto la encíclica Laudato Si en el No. 29 señala: “Las aguas subterráneas en muchos lugares están amenazadas por la contaminación que producen algunas actividades extractivas, agrícolas e industriales, sobre todo en países donde no hay una reglamentación y controles suficientes…”

La laguna de Cabral sirve de hábitat a una gran variedad de aves propias y migratorias. También una gran parte de la población obtienen directamente de ella, el sustento de la familia a través de la pesca y el reguío de la siembra. Esta laguna en los últimos años ha ido perdiendo mucho caudal debido al lanzamiento de desechos sólidos y a los residuos de la fábrica anteriormente mencionada.

En el libro del génesis 1, 1ss se puede apreciar como Dios crea todo lo que existe en el cielo y en la tierra, todo lo creó bueno “…Dijo Dios: «Produzca la tierra hortalizas, plantas que den semilla, y árboles frutales que por toda la tierra den fruto con su semilla dentro, cada uno según su especie.» Y así fue. La tierra produjo hortalizas, plantas que dan semillas y árboles frutales que dan fruto con su semilla dentro, cada uno según su especie. Dios vio que esto era bueno.”  Todo lo creado Dios lo pone en nuestras manos, para que lo cuidamos, lo administramos, no para que lo destruyéramos:” «Hoy les entrego para que se alimenten toda clase de plantas con semillas que hay sobre la tierra, y toda clase de árboles frutales…”

La Encíclica Laudato Si, del papa Francisco, señala falta de compromiso por parte de las personas en cuidar nuestra casa común: “Lamentablemente, hay una general indiferencia ante estas tragedias, que suceden ahora mismo en distintas partes del mundo. La falta de reacciones ante estos dramas de nuestros hermanos y hermanas es un signo de la pérdida de aquel sentido de responsabilidad por nuestros semejantes sobre el cual se funda toda sociedad civil” (Laudato Si No. 25).

La carta de Pablo a los Romanos 8, 22-23 expresa “Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una sufre dolores de parto hasta ahora. Y no solo ella, sino que también nosotros mismos…”

En conclusión, la encíclica Laudato Si es una luz en medio de la oscuridad que vive nuestra casa común, nuestro medio ambiente, al mismo tiempo es una invitación a poner más atención a la problemática sobre lo ecológico que nos atañe a todas y todos, para que nuestra casa común recobre esa bondad y hermosura original dada por el creador.

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