ADVIENTO CON PEREGRINOS DE ESPERANZA

El Adviento es ante todo un tiempo de esperanza. El capítulo 9 de Isaías habla del pueblo que camina en tinieblas y ve una gran luz. En los últimos cinco años hemos vivido tiempos de profunda oscuridad en nuestro mundo, con una pandemia mundial y el estallido o la continuación de conflictos devastadores. Es posible que tú también hayas atravesado momentos de oscuridad personal por duelo, enfermedad o pérdidas de diversa índole.

 Como peregrinos de la esperanza, nuestro camino de Adviento de este año nos invita a viajar con confianza, mirando al nacimiento de Jesús como fuente de toda esperanza para nuestro mundo.

El Papa Francisco habló una vez de la oportunidad que nos ofrece el Adviento de esta manera: «El tiempo de Adviento que hoy recomenzamos nos devuelve al horizonte de la esperanza, una esperanza que no defrauda porque está fundada en la Palabra de Dios. Una esperanza que no defrauda, sencillamente porque el Señor nunca defrauda. Él es siempre fiel», subrayó el Santo Padre.

En efecto, el Adviento nos ofrece un tiempo para reafirmar nuestra esperanza sólo en Dios, que nunca nos decepciona y nunca nos defrauda. Sí, las cosas, los acontecimientos e incluso las personas de este mundo pueden defraudarnos a veces, pero Dios nunca lo hace, por lo que necesitamos mantener nuestra verdadera esperanza siempre en Él.

Así que este Adviento es un tiempo para que abramos nuestros corazones más ampliamente a Cristo mientras nos preparamos para Su venida al mundo, para que sea siempre Su amor el que dirija todas nuestras palabras y acciones, el que dirija nuestros deseos, anhelos y deseos.

Este nuevo año litúrgico marca también la apertura de un Año Jubilar en la Iglesia, al que todos están invitados. El título del año es «Peregrinos de la esperanza». El Jubileo es un concepto bíblico de un tiempo de descanso, renovación y liberación. Hace hincapié en la fidelidad, la justicia y la compasión de Dios. Miramos hacia la venida de Cristo como el jubileo definitivo, que viene a restaurar, renovar y liberar.

Hna. Tina Oliver, OP

Noviciado Continental Asiático, Manila Filipinas

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