Comunicándose…
- Hnasmdro
- diciembre 3, 2024
- Experiencias MDR
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Hoy en día, el medio de comunicación más disponible es a través de aplicaciones en un único dispositivo que es el teléfono móvil o celular o a través de ordenadores y pantallas (TV/cine). ¡Encontramos Tiktokers por todas partes! También hay una multitud de conferenciantes, educadores, vloggers, vendedores y empresas en línea. Debido nuestra limitación, hoy en día se traduce como «presencia virtual» en plataformas de medios sociales. Me gustaría creer que es el mundo común que compartimos en esta época, también puede considerarse como una de las formas de estar «presentes» por la que funciona en beneficio de la Iglesia.
Sin embargo, cuando se leen los Evangelios, como Jn 14,16.26; 16,13-15, se observa que los acontecimientos se desarrollaron en un momento determinado. Sorprendentemente, se dirige a una serie de generaciones y a las venideras. De hecho, en nuestro mundo, el medio de comunicación, los medios de comunicación, es uno de los temas a los que se dio importancia en el Concilio Vaticano II «Inter Mirifica» por el carácter poderoso que tiene para comunicar. Más tarde amplió la mente humana al desarrollo de canales de comunicación en la imprenta o los medios de comunicación. Sin embargo, el reto de una correcta y buena información sigue siendo el que habla de «presencia».
Así fue y así comenzó nuestro Fundador Monseñor Ramón Zubieta y Les como misionero en Filipinas y en la Prelatura de Urubamba y Región Madre Dios en Perú. Comenzó aprendiendo los caminos del corazón para comunicarse, es decir, escuchando, aprendiéndolo directamente de los nativos, escribiendo las palabras antes de que lo incendiara su espíritu misionero. Así conquistó corazones para Jesús. Comunicaba la presencia real de lo divino con sus maneras sencillas, habiéndose hecho presente en sus limitaciones, en su pobreza y en su gran necesidad de la presencia de Dios, de la que irradiaba la compasión de Dios a la gente con sus obras humildes y bondadosas. En medio de las adversidades, su caminar con ellos dignificó a los humanos de la selva.
Efectivamente comprobado, que no hay nada que pueda sustituir la presencia, sentarse juntos en casa, en clase, en una comunidad es esencial para seres sociales como nosotros pues nos da el don de la presencia Suprema y el sentido del otro junto a nosotros. Estar dispuestos a evangelizar, compartir y difundir la palabra de Dios así como acompañar en el camino a muchos que necesitaban presencia por su condición de soledad, aislamiento, edad, condiciones de salud, etc. Alguien con quien hablar, para recibir orientación, una fuente de fortaleza y para elevar el espíritu humano.
Al fin y al cabo, el canal y la fuente es el Dios trino, comunicandose entre nosotros, en nuestras propias vidas.
Begang, Provincia de Basilan, Filipinas