En alabanza al nombre de la Bella Dama

¿Quieres saber por qué me llamo Rosaria?

Por la noche, bajo el resplandor de la luna, nos reunimos alrededor de mi padre para escuchar la historia de su vida, como era nuestra tradición nocturna. Mientras él contaba su historia, le pregunté: “Padre, ¿por qué me llamo Rosaria? No me gusta este nombre”. Hizo una pausa, mirándome a los ojos, y todos esperamos su respuesta. Luego, procedió a explicar el significado de mi nombre y por qué lo había elegido para mí. “Durante la invasión de Indonesia en 1975, enfrentamos una crisis alimentaria y no podíamos aventurarnos a buscar comida o agua debido a la presencia de bombas por todas partes. Buscamos refugio en el bosque, donde muchos perdieron la vida. Mientras caminábamos, algunos de mis amigos murieron y sufrimos mucho de hambre y sed, sintiéndonos como animales indefensos. La hambruna se extendió por todo el país.

Estaba tan enfermo y encontré refugio con mis padrinos, quienes me brindaron una excelente atención ya que eran muy piadosos. Mi estado empeoró y cada día me debilitaba más hasta que finalmente perdí el conocimiento y caí en coma, aparentemente al borde de la muerte. Durante toda esta terrible experiencia, mis padrinos rezaron fervientemente el rosario mientras mi cuerpo se enfriaba y solo mi corazón seguía latiendo. En una visión, vi a una mujer deslumbrante, hermosa, radiante y tranquila. Cantaba Aleluya de una manera increíblemente encantadora y su voz era verdaderamente cautivadora. Incluso después de treinta minutos, seguía cantando sin cesar. No sabía dónde estaba, pero su rostro sereno y su voz melodiosa permanecieron imborrables en mi memoria. Ha pasado casi una hora y recuperé la conciencia y me di cuenta de que estaba enferma. Mi madrina quedó a mi lado rezando el Rosario. Me desperté y me contaron lo que me estaba sucediendo. Les conté la visión y me dijeron que era Nuestra Señora del Rosario de Fátima, porque rezaban por sus milagros para sanarme. Desde ese momento, me comprometí a amarla, la Señora que conozco “NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE FÁTIMA”. Decidí que cuando tendré hijas, les pondré su nombre como una forma de agradecerle por sus milagros en mi vida. Por eso, a tu hermana mayor la llamé Fátima y a ti Rosaria. Sé que no puedo pagarle a la Señora; más que dar a mis hijas su nombre es mi forma de honrarla, ofreciéndola a ustedes que son muy débiles. Por eso, cuando digo tu nombre, recuerdo a mi Señora, que una vez me salvó de la muerte. Y tú eres mi regalo especial para ella”.

Después de conocer el significado de mi nombre, aprendí a amar más a Nuestra Señora en mi vida. Y las palabras de mi padre son mi gran consejo: “Cuando afrontes dificultades en la vida, llama a Nuestra Señora, a quien te he confiado a su cuidado. La fe de mi padre es mi lámpara en mis momentos oscuros. Es cierto que desde que he ofrecido mi vida a Jesús, Nuestra Señora es la luz que me conduce hacia Él. Mañana, al celebrar la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario, también celebro la fiesta de su amor maternal, su compañía y su guía sobre mí porque la conocía todos los caminos de Jesús, la mejor maestra de vida en el seguimiento de Jesús. 

Cuando decidí por la primera vez a seguir la vocación misionera, me embargaban temores y dudas. Estaba en un dilema y casi desistí de esta hermosa decisión. Me costó un tiempo tener un diálogo con mi Señora. Sin embargo, la fe de mi padre en Nuestra Señora me ha dado esperanza para confiar en Ella, como mi padre me ha confiado a Ella. Finalmente, por la Señora, he elegido la mejor Congregación, que son las Hermanas Misioneras Dominicas del Rosario que lleva el nombre como su patrona. Les aseguro que la guía de Nuestra Señora es el mejor camino porque nunca abandonará a nadie que busque su refugio.

Para mí, la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario tiene más significado que mis cumpleaños. Celebrar la fiesta es agradecer a Jesús por darme a María y a mi padre, por enseñarme a amar a María. Siguiendo el FIAT de María, aprenderé a amar cada día más a Jesús. Ella es la mujer a la que invocaré cuando me enfrente a la tempestad o tenga miedo. Su mejor compañía es mi consuelo y mi hogar. Te amo Nuestra Señora del Rosario.

¡FELIZ FIESTA DE LA SEÑORA DEL ROSARIO!

 Rosaria A. Ximenes

(Juniora en Aldaia)

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