EL LEGADO DEL AMOR: TODO PASA, PERO EL AMOR TRASCIENDE

En la travesía de la vida, hay una verdad innegable: Todo pasa. Proyectos, dinero, éxito, poder, alegrías, tristezas, dolor. Los errores y los aciertos son parte de un ciclo continuo que nos invita a aprender y crecer. Sin embargo, en medio de esta transitoriedad, el amor que compartimos, el impacto que dejamos en los corazones de quienes nos rodean y las conexiones humanas son los hilos que nos unen y que, aunque puedan desvanecerse con el tiempo, jamás se rompen del todo. Maya Angelou lo expresa claramente: “He aprendido que las personas olvidarán lo que expresaste, olvidarán lo que inventaste, pero jamás olvidarán lo que les ayudaste a apreciar”. En última instancia, el amor es un legado que continúa resonando, recordándonos la belleza de la conexión humana.

Es vital recordar que cada interacción es una oportunidad para corregir errores, sembrar bondad, crear recuerdos significativos, fortalecer lazos de amistad y reconocer las pequeñas cosas que nos bridan felicidad, desde una conversación con una hermana o un amigo. Descubrimos que lo importante en el viaje de la vida no son las subidas y las bajas, ni las emociones, ni las historias, sino las personas que están con nosotras mientras las navegamos. Cosechar buenas relaciones y compartir la vida con ellas es, sin duda, la mejor inversión que podemos hacer.

Todo pasa, amémonos mientras estamos vivas y valoremos la vida cada momento como un tesoro y un regalo de Dios en un mundo donde el tiempo avanza a un ritmo implacable, a menudo olvidamos la importancia de vivir el amor en el aquí y ahora. Abrazamos la vida con pasión y nutrimos nuestras relaciones con la intensidad que merecen. No hay momento más valioso que el presente para expresar nuestros sentimientos, compartir nuestras alegrías y, sobre todo, demostrar amor y cariño. El amor verdadero nos invita a escuchar con atención y paciencia, a ofrecer apoyo sincero y celebrar cada pequeño triunfo, juntas. Cada sonrisa, abrazo y palabra de aliento, son oportunidades para fortalecer nuestros lazos y crear recuerdos imborrables.

Así que, en cada paso que damos, recordemos siempre: “Amémonos vivas”, todo pasa, pero el amor es una cualidad única y atemporal.

Beverly Ntumba Dingengi

Misionera Dominica del Rosario

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