EXPERIENCIA EN LA ESCUELA ZOLHER, LA ZURZA, REPÚBLICA DOMINICANA
- Hnasmdro
- julio 9, 2024
- Experiencias MDR
- 0
- 163
Mi experiencia de vida me anima a trabajar por los niños más necesitados de este apreciado país República Dominicana. “Aprendemos juntos” es mi gran aporte a la educación en Dominicana. Porque todos vamos aprendiendo, además, todo niño y niña tiene derecho a recibir educación y así dar a conocer lo que piensa.
Considero una bendición de Dios formar parte del equipo de formadoras en la escuela de Solher como profesora de Formación Humana y Religiosa. Como Misionera Dominica del Rosario y profesora de Formación Humana y Religiosa, creí que podía enseñar a los niños de lo que yo he aprendido y de lo que a mí me enseñaron en la universidad, pero poco a poco fui soltando mi esquema que tenía para enseñar, porque ellos me enseñaron que no existe método de enseñanza superior a la capacidad de aprendizaje de la mente humana. Me enseñaron que cuando mi método falla, que cuando lo que yo tengo planeado no llega a producir el aprendizaje deseado, no puedo decir que el que tiene dificultad es el niño que me mira. Tengo que plantear modificar el método que llevo para un mejor crecimiento humano. Por ello, agradezco a cada uno de los y las estudiantes a los cuales he tenido el placer de enseñar, pero a la vez fueron los que me enseñaron a enseñar. Afirmó, los chiquillos son los mejores profesores porque ellos muestran mucha paciencia y, sobre todo, el valor del perdón y la ternura. También me enseñaron a escuchar, pero escuchar es preguntarme por qué dicen lo que dicen, por qué hacen lo que hacen. Puedo contar que ha sido para mí un desafío ser profesora de Formación Humana en un barrio donde los niños están casi todos inmersos en la violencia, pobreza, falta de sentido y la drogadicción que viven sus familiares. Sin embargo, he logrado provocar sonrisas a los niños y niñas que en algunas ocasiones llegan tristes por la realidad que viven.
Actualmente sigo intentando abrir la mente para escucharles, despertar la curiosidad. En Formación Humana se habla mucho de Dios y crecimiento humano, pero lo más desafiante es hablar de un Dios que ama a todos, es chocante hablar a los niños de ese Dios mientras muchos de ellos no reciben amor en sus casas porque sus familiares están divididos, también hablar de que Dios cuida y protege, mientras constantemente viven mucha inseguridad, pobreza y hambre. Sabemos que la experiencia de Dios es vivencial. En medio de la dura realidad, trato de ayudar y permitir que crean en sí mismos, lograr que sean los creadores de algo bueno y que sean conscientes de ello, que participen con el mundo y que dialoguen con el universo utilizando la claridad, el empeño, el trabajo y el amor.