NUEVO CAMINO

Cuando me anunciaron que iba a Perú para hacer una experiencia de dos años, me pareció excelente, y tenía un espíritu de gratitud porque siempre he soñado con ir a donde empezó la historia de la Congregación. Ver con mis propios ojos donde nuestros fundadores fueron inspirados para fundar la Congregación, ha sido un sueño que se ha hecho realidad. Pero no tenía la menor idea de cual sería mi futuro en Perú, de lo que estaba segura es que, a donde quiera que vaya, Dios irá conmigo y sus planes son mejores que los míos. No me dejo llevar por el miedo, ni la incertidumbre, sino por la fe y la confianza y este texto de Jeremías está acompañándome 

Yo dije: «¡Ah, Señor! Mira que no sé expresarme, que soy una muchacha.»

Y me dijo Yahveh: No digas: «Soy una muchacha», pues adondequiera que yo te envíe irás, y todo lo que te mande dirás. No tengas miedo, que contigo estoy yo para salvarte – oráculo de Yahveh (Jr1,6-8).

Cuando he llegado a Perú, me ha emocionado mucho el poder pisar la tierra que pisaron nuestros fundadores, y les pedí la gracia de fortalecer mi vocación misionera en este nuevo camino.

Perú se parece mucho al Congo, en el sentido de la cercanía de la gente. Son muy humanos y sencillos. Entonces no me he sentido “extranjera” esta tierra nuestra.

En la Provincia Ramon Zubieta y Les, me sentí acogida y aceptada por las hermanas.

¡Qué bonito sentirse tan acogida por ellas! Este gesto de cariño me llenó de esperanza, paz y tranquilidad.

Aun no sé a qué comunidad me voy, lo que sé, es hay muchas cosas que van a desafiarme como: la lengua, la integración en la nueva cultura, la comunidad y la comunidad cristiana. Pero sé que todo estará bien por la gracia de Dios. Estoy llena de expectativa por compartir mi vida con el pueblo en cualquier situación. A donde voy tengo la esperanza de que cada día será una oportunidad para aprender, crecer, mejorar, desarrollar en lo que la comunidad vaya a presentarme como desafío. Todo lo dejo en manos de Dios, que nos guiará como más convenga. Teniendo a nuestro Señor en nuestra compañía. Él lo arreglara todo [ MONS. FR. RAMON ZUBIETA]

Ahora estoy esperando los papeles para ir a mi nueva comunidad. Sé que todo lo bueno tarda en llegar, por eso espero con paciencia el momento de partir a mi nueva misión.  El Señor sabrá si me da futuro y como me lo da. 

 Dinganga kibula agnes.

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