HACER CRECER EL AMOR…

Parece que fue ayer cuando el Equipo Provincial en el año 2012 me pidió venir al Ecuador y trabajar en el Proyecto Social “Soñando por el Cambio”.  Acepté con gozo esta nueva experiencia: aunque no sabía exactamente en qué consistía.

Llegué a Quito el 31 de diciembre del mismo año acompañada por la hermana María del Carmen Sagardoy , ya en el aeropuerto nos esperaba el P. Sereno Cozza, quien nos llevó a la comunidad de las hermanas.

Luego de realizar en Quito algunos trámites para la VISA, viajé a Santo Domingo de los Tsáchilas, donde las hermanas nos esperaban con un exquisito almuerzo de bienvenida y gestos de cariño.

La segunda semana de enero empecé a trabajar en mi nueva misión, con niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo y vulnerabilidad. Los cuales proceden de familias disgregadas, con problemas de violencia, drogadicción, robo, prostitución… y, sobretodos carentes de recursos económicos. Al inicio me costó un poco adaptarme a esta nueva realidad, su manera de relacionarse entre ellos con insultos. Pero a medida que fue pasando el tiempo y los iba conociendo, me fui acercando más a cada uno a través de las clases y la atención en el botiquín, curando sus heridas, rasguños o dándoles alguna pastilla para sus pequeños dolores o jugando con ellos en los recreos. Supliendo de alguna forma el cariño y afecto que no lo tienen en su familia.

Han pasado once años en los cuales he aprendido a valorar más la defensa de la vida, la integridad de la persona, a trabajar en equipo con todos los docentes, personal administrativo y diversos trabajadores que han ido pasando por este Proyecto Social; cada uno aportando sus cualidades y dones que Dios nos ha dado. Haciendo de una forma u otra la vida más alegre para estos niños y niñas. Así mismo en la capilla “San Liborio” de la Parroquia “Santa Martha” he apoyado en el consejo parroquial, la pastoral infantil, Legión de María, pastoral juvenil, etc. Con quienes hemos vivido momentos hermosos de celebración y festividades.

Ha llegado el momento de partir a otra comunidad y al revisar el camino recorrido, doy gracias a Dios, por la vida y salud que me ha concedido, agradecer a las diferentes hermanas que pasaron por esta comunidad, al padre Sereno Cozza Director del Proyecto Social; por su apoyo incondicional, y permitirme realizar parte de mi sueño misionero fuera de mi país.

 

Hna. Hilda Granda

Ecuador

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