Interculturalidad: sueño y camino

En Marcos 4,22-23 se demuestra la vida de Jesus una convivencia, “entre personas”, solía salir de las fronteras y cruzaba mares y montañas por la predicación del Evangelio, manifestando como se puede vivir el Reino, resaltando día a día la prioridad de la voluntad del Padre.

Jesus como modelo e inspiración es nuestro Camino y Vida. El nos llama a hacer pasos, por su ejemplo nos sentimos empujadas por su gracia de vivir este desafío misionero.  Vivir y convivir con las hermanas y colaboradores en soñar y dibujar con una brújula, unos nuevos compromisos.

Haciendo memoria de los documentos de la Asamblea General 2019 y los acuerdos del Capitulo General 2022, el tema de la interculturalidad aparecía casi una desena de veces y con mucho énfasis en los temas de formación, comunidad y misión. De manera singular, esto, servía como una luz y guía en el ambiente de reflexión y diálogo para llegar a plasmar en los documentos del Capitulo General. Además, llego a hacer el eslogan a la hora de presentar el Equipo General MDR como aparece en las redes de la Congregación.

Hoy día, es una llamada y gran reto para las comunidades religiosas y personas consagradas para seguir construyendo y afianzando a esta riqueza de la diversidad “una nueva forma” de convivencia misionera. Sin embargo, nuestra identidad misionera desde su fundación ya tenía este sabor y deseo de convivir entre las primeras hermanas enviadas a la misión. Las hermanas de África, Asia, América y Europa han hecho realidad desde los orígenes este don de la fraternidad universal al que Jesus nos ha llamado.  Por eso, en nuestro carisma MDR tiene respuesta como vivir esta realidad en las comunidades, la identidad misionera matizada por el horizonte de la interculturalidad en todos los países del mundo. Esta es nuestra identidad, una larga historia itinerante y reto en nuestro tiempo de misión.       

Nini Rebollos

(Foto: Agradezco a la hna. Benedicta Martínez por este “recuerdo de convivencia” en Madrid)