María, de nuestra América Latina: Venimos a ti como Discípulas/Misioneras del Rosario A presentarte nuestra Asamblea de América del Sur. Que el Espíritu Santo abra nuestro ser a sus novedades, Y nos regale la experiencia de la sororidad y unidad. Él nos inspira como Iglesia misionera en salida, A soñar juntas nuevos caminos de identidad congregacional, De compromiso pastorales y misioneros a favor de nuestros pueblos Desde la Patagonia de Chile a las islas Galápagos de Ecuador, Desde el lago Titicaca de Bolivia a Machu Pichu del Perú, Desde la cordillera al mar, desde los valles a la sierra Desde lo mas profundo de nuestro corazón Hasta los mas bellos gestos de entrega y servicio, ¡Somos tuyas, madre nuestra! Los rostros de las niñas y niños de nuestros países, De mujeres y hombres nativos y migrantes. Representan los millones de rostros que embellecen tu nombre. Cada rostro recoge las súplicas y alabanzas del rosario que entonamos, En cada comunidad y en cada país de América del Sur. Abrázanos Madre, misionera del amor sin medida. Escúchanos, socórrenos e intercede por nosotras. Ayúdanos a vivir la alegría del Evangelio, Para que hermanadas en una sola familia provincial, Cantemos contigo, las maravillas del Creador.