Tuvimos la habitual reunión de religiosos y religiosas. Pero este domingo fue muy especial porque fue un momento de relajación para conocernos mejor entre nosotros y nuestras diferentes congregaciones.
La reunión tuvo lugar en la casa de las Hermanas de la Santa Unión. El inicio de las actividades estaba previsto para las 15:00 horas, después de la instalación de los miembros, comenzamos con una oración que fue pronunciada por el padre local.
Las diferentes congregaciones se presentaron y cada una de ellas habló de su espiritualidad, su carisma y sus fundadores o fundadoras; después participamos en un juego dirigido por una hermana de la congregación de San Juan Apóstol de Simbock. El juego consistió en hablar de la vida de San José, ya que este mes está dedicado a él.
Compartió las entradas con nosotros y cada uno tuvo que unirse a un grupo y luego demostrarlo con una actuación.
Mi grupo era el de “valor y creatividad”, que consistía en representar a San José cuando María dio a luz al Niño Jesús en un pesebre, a los burros y a algunas personas que venían de visita. Después compartimos la comida traída por cada congregación y concluimos con la oración.
Fue un momento de relajación, cuidado pastoral y alegría para nosotros.