PALABRA DE LA VIDA CONSAGRADA QUE PEREGRINA EN BOLIVIA

Estimadas-os hermanas y hermanos:

Confiando que la salud física y espiritual les acompañe y se vea fortalecida por la bondad con la que Dios nos trata y por el cuidado que podemos recibir de quienes comparten nuestra vida les enviamos un abrazo y nuestra voz de aliento y solidaridad a todas y todos quienes han sufrido y sufren por la pandemia que tanto daño y dolor nos ha provocado.

Como vida consagrada en Bolivia, inserta en el caminar de la Iglesia en América Latina y el Caribe, participamos del “favorecer la ética del encuentro y del cuidado” como una de nuestras líneas de acción. Ello supone promover una cultura del encuentro y el buen trato, que desde el estilo relacional de Jesús, le dé primacía a lo humano donde: el abuso del poder dejando de lado los derechos fundamentales de las personas, el deseo de venganza o el resentimiento muevan las acciones de las personas o las instituciones, el ejercicio de la justicia esté condicionada por la presión política, no tienen cabida en la cultura de nuestros pueblos y no son parte de la palabra con la que se inició el actual gobierno.

En ese sentido, y apostando por una mirada positiva y crítica de la vida en nuestro país, el apoyo y trabajo recíproco, y el caminar como Iglesia en Bolivia al servicio de la vida de las personas y de toda criatura reafirmamos nuestra adhesión a la palabra y voz elevada por la Conferencia Episcopal Boliviana, desde sus pronunciamientos en los hechos dolorosos y complejos de 2019 hasta los recientes de la semana que termina, pues en todo momento han velado por el respeto y cuidado a la vida de las personas, de un lado o de otro, y ha promovido la búsqueda de alternativas para la reconciliación y el reencuentro entre bolivianas-os, algo que ha quedado pendiente desde hace varios años atrás.

Valoramos y alentamos los pronunciamientos hechos por las regionales de la Conferencia Boliviana de Religiosas-os y de nuestras Comisiones en coordinación con otras instancias eclesiales y el clero diocesano. Estamos en plena comunión con el pronunciamiento del Consejo Boliviano de Laicos, emitido en los últimos días. Estas iniciativas y otras acciones futuras muestran, al lado de la palabra de los Obispos, el espíritu sinodal que vivimos y deseamos profundizar alentados por las reformas promovidas por el Papa Francisco.

Pedimos el respeto a la libertad, la vida y derechos de cada criatura sean cuidados y promovidos en nuestra querida Bolivia y que toda forma de revancha, abuso de poder y mal trato cedan en favor del bien común y la solidaridad, signos de la justicia del Reino.

Que San José, quien le plantó la cara a la adversidad y a la incomprensión para seguir la voz interior que le llevaba a confiar en Dios, interceda por nosotros para que la sabiduría de los justos nos acompañe en este tiempo. Que nuestro hermano Luis Espinal SJ, proclamado mártir de la libertad por la Asamblea Plurinacional y en el 41 recordatorio de su martirio por su fe en Jesucristo interceda por nosotras-os en este tiempo de pandemia y descuido de la vida de los más empobrecidos por atender intereses egoístas y ávidos de poder olvidando tener delante las necesidades reales de las personas que apenas sobreviven cada día. A nombre de la Junta Directiva Nacional y de cada religiosa-so en Bolivia

P. Osvaldo Chirveches Pinaya, SJ

Presidente CBR

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