El coronavirus, como en todas partes y en otros lugares, ha alterado mucho nuestros hábitos. Entre los que hablaremos del cierre de las Iglesias.
De hecho, una de las medidas de barrera que se tomaron para protegerse fue la prohibición de las reuniones públicas. No fue nada fácil aceptar y vivir este fuerte momento, seis meses de angustia vividos sin la Eucaristía en la Parroquia.
El 15 de agosto de 2020 celebramos nuestra primera Misa con los fieles de la Parroquia de Nuestra Señora de Gracia después de levantada la medida. Fue una gran alegría reunirnos para la celebración de nuestra Fe. En un principio los fieles fueron responsables, de modo que respetaron el distanciamiento físico, el uso de mascarillas, el lavado de manos… y las actividades parroquiales se retomaron como de costumbre, con entusiasmo y devoción.
En la misma línea, tuvimos la visita del cardenal Fridolin Ambongo. En esta misma ocasión nuestra parroquia fue nombrada Decanato de Nuestra Señora de Gracia.
Ahora que estamos en la segunda ola de Covid 19, el pueblo de Dios está comenzando a descuidar ciertas medidas de barrera y este comportamiento irresponsable nos preocupa porque correremos el riesgo de quedar confinados nuevamente y por un mayor tiempo.
Hermanas, aquí es donde termino con este pequeño compartir. Que el Señor nos bendiga y nos guarde.