La Buena Noticia Mc 1,6-11
Las tres lecturas nos hablan del Espíritu. Espíritu que transforma interiormente y capacita para llevar a cabo la tarea por más difícil que sea.
Qué hermosas las palabras de Isaías: «Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, (…) Yo, el Señor, te he llamado (…), te he cogido de la mano, te he formado, y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones”
La relación de Jesús con Dios se desbordó en amor. Jesús lo llama papá, hace siempre su voluntad, le escucha siempre. Dios le dice: “Tú eres mi Hijo amado”. La experiencia de ser amado, es la base del verdadero amor.
Jesús pudo decir: Yo soy yo, porque soy de Dios. Todo lo que tengo de positivo me lo está dando Él. Mi verdadero ser, es el mismo ser de Dios.
Lo maravilloso de todo esto, es que también nosotr@s somos esos hij@s amad@s como Jesús. Y Dios nos dice lo mismo a cada un@. Está en nuestras manos vivir la experiencia de amor con Dios, o seguir como estamos.
Silenciemos nuestra mente y escuchemos en el corazón, a Dios, diciéndonos “Tú eres mi Hij@ amad@, mi predilect@»
(Hna. Ana Jeaneth Andino G.)