EXPERIENCIA CGA CALAMA 2020

Vivir la experiencia de ser parte de esta gran comunidad guadalupana no puede estar exenta del contexto pandémico que nos ha tocado convivir intensamente durante este año.

La Pandemia, nos hace experimentar momentos de crisis, que podemos comparar con analogías como: Tormenta – Noche oscura – Desierto.  En esta Crisis pandémica, hemos vivenciado que los fundamentos de lo Humano: El Trabajo – Las relaciones Humanas – La fe, se agudizan, se cuestionan, se quiebran y sentimos que lo que nos da la identidad humana, desaparece.

Tanto el trabajo, las relaciones humanas y la fe, son los pilares esenciales que le dan sentido a la vida.

En esta crisis existencial en que se ha convertido la pandemia para todos, puedo afirmar que la crisis la puedo comparar como una experiencia de desierto.

En este contexto, mi experiencia en el colegio ha sido literalmente una experiencia en el desierto.

La defino así, porque en la iglesia primitiva creían que el desierto (hablando del desierto físico, pero también del desierto espiritual) tiene supremo valor para Dios contrapuesto al valor que el hombre le da. Es decir, Dios valora el Desierto, porque es un espacio donde la soledad, las carencias, la desesperanza, la vida infructuosa del hombre, no da fruto, pero para Dios tiene un valor supremo. Es en un desierto que Dios mantiene a su pueblo Israel, 40 años dando vuelta, siendo un dato muy relevante. Porque si uno mira un mapa de oriente, verá que en unos meses el pueblo de Israel debería haber llegado a su destino. Pero Dios y solo Dios tenía otro plan: Debíamos aprender a amarlo en el desierto. Porque sólo a Dios se le ama en un lugar de carencias, de desesperanza, infructuoso. Solo de Dios podemos depender en un lugar de desierto.

Si hay algo que mantiene viva nuestra Fe, es depender totalmente de Dios.

Mi experiencia en nuestro Colegio, creo que lo caracterizaría como una experiencia en el desierto (física y espiritualmente), ya que ha sido cruzada por una pandemia, que ha contribuido a afianzar nuestra dependencia de la providencia de Dios.

Llegar al CGA -Calama, es depender enteramente de lo que Dios nos manifiesta en nuestra vida. Es obedecer los designios divinos, aun en crisis y con las problemáticas que ello nos produce.

Pertenecer a la Comunidad Guadalupana, es vivenciar la experiencia inagotable de fe de Santo Domingo de Guzmán y sus fieles discípulos Mons. Ramón Zubieta y Ascensión Nicol, quienes con su carisma proclaman y evangelizan al mundo con la experiencia providencial del amor de Dios.

 HERY ABALOS ESPEJO

Coordinador Pedagógico II Ciclo

Fundación educacional Nuestra Señora de Ayquina.

Calama- Chile.

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