NUESTRA SOLIDARIDAD CON NUESTROS HERMANOS Y HERMANAS DE CENTRO AMÉRICA

Nos sentimos solidarias con los pueblos que han sufrido el devastador Huracán, especialmente con nuestras comunidades de MDR en Guatemala, México y Nicaragua.

 

Muchos hermanos han perdido la vida, otros se encuentran en albergues y refugios. La precariedad de las viviendas y la pobreza que sufre el pueblo les hace más frágiles y vulnerables ante los embates de la naturaleza.

 

Que el Dios de la Vida les de fortaleza para acompañar a nuestros hermanos que sufren y que se despierte la solidaridad nacional e internacional con todos y todas.

 

A continuación, el mensaje de la CLAR:

El huracán ETA dio paso por la Isla de San Andrés en Colombia y nuestra querida Centroamérica (Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá), causando estragos y destrucción tras degradarse a depresión tropical y dejar como consecuencia decenas de fallecidos y evacuados. El clamor de nuestra tierra sigue movilizando nuestras “entrañas”, levantando con fuerza la voz de nuestras/os hermanos damnificados que han perdido todo.

 

Las Conferencias Nacionales de Religiosas y Religiosos se van haciendo presentes solicitando gestos de solidaridad con carácter de urgencia. Hoy más que nunca, debemos recordar la invitación del papa Francisco: “La solidaridad se expresa concretamente en el servicio, que puede asumir formas muy diversas de hacerse cargo de los demás. El servicio es «en gran parte, cuidar la fragilidad. Servir significa cuidar a los frágiles de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo»” (FT 115).

 

Una vez más, la Vida Religiosa de América Latina y el Caribe está invitada a ser ícono iluminador, a imagen del buen y la buena samaritana, capaz de poner de manifiesto la opción de fondo que necesitamos tomar para reconstruir esta porción territorial de nuestro Continente que duele y se encuentra herida (cf. FT 67). ¡Contamos con Ustedes!

Presidencia y Secretariado General de la CLAR

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