ATESTIGUAMOS LA CERCANÍA DE DIOS EN “ESTOS DÍAS DE AISLAMIENTO”
- Hnasmdro
- septiembre 21, 2020
- Experiencias MDR
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Mientras el mundo y sus habitantes están tan ocupados enfrentando los desafíos de esta pandemia, aún está fresco en mi memoria el artículo compartido por nuestra comunidad en “Unidas en la Esperanza” y como hemos experimentado la perdurable presencia de Dios durante los últimos días.
Han sido nuestras oraciones diarias por las que nuestro “granero de arroz” no se quedará sin stock, nuestro “bolso del tesoro” (billetera usada para pagar los salarios semanalmente) se sostendrá hasta el último centavo necesario para dar pagar las remuneraciones de nuestros trabajadores en el campo al final de cada semana. Todo esto fue respondido de una manera concreta, nuestra probada fe y confianza en el providencial cuidado de Dios está en buen suelo.
Ahora, en nuestro quinto mes de restricciones de cuarentena tenemos más que suficiente para pagar los salarios semanales y mantener comida en nuestra mesa en cada comida para ambos, las familias de nuestros trabajadores y para nosotras en la comunidad. Es una manera de afirmar el evangelio de Matero cuando dice “mira y observa” y de mantener las palabras de San Pablo “la fe sin acción está muerta”.
Esto es lo que estamos haciendo mientras muchos están adoptando el esquema “trabajando desde casa”, pero para nosotros en la granja no puede ser aplicable. En cambio, algunos de los trabajadores hicieron nuestra comunidad orgánica su hogar. Cuatro de ellos decidieron quedarse en la granja por seis días, van a sus hogares solo los sábados en la tarde y regresan el lunes por la mañana. Con esta opción, incrementaron sus horas de trabajo y, por consiguiente, un aumento en la producción. Hay otros productos de la granja que se están produciendo. El maíz nos da una abundante cosecha y hemos comenzado a plantar pitayas (fruta del dragón). Al momento, cuando las miras y miras los cultivos, puedes decir que será una cosecha prometedora. Los mangos tienen numerosos frutos y eso significa que aumentaremos el peso de nuestro “bolso del tesoro”.
El cuidado providencial de Dios se manifiesta como nuestra alegría y esperanza fortificada. Durante estos días de secciones cerradas para el mercado y el comercio, hay frecuentes visitas de amigos, compradores y benefactores que compran vegetales, bananas, etc. También tenemos producción de “bagoon gata” (un aperitivo filipino de coco y camarones), que se vende muy bien en esta época del año. La idea por parte de un miembro de la comunidad de hacer encurtidos de mango también significó una gran venta. Existen también muchos pedidos de lombricultura -que son vendidos en 300 pesos filipinos por 25 kilos- debido a que muchos están en casa dedicándose a la jardinería, pasando tiempo cultivando flores debido a la cuarentena. Sabiendo de nuestras condiciones con estos agricultores, muchos pagan más del precio establecido en los productos. Por lo tanto, los días de cuarentena nos han comprometido no solo en trabajar más fuerte, sino que también en afirmar que Dios nos espera, ve nuestro dolor y ansiedades y se preocupa de otros y piensa en su bienestar, no solo nosotros mismos.
En realidad, está comprobado que “estas son las nuevas formas” del trabajo de Dios en Su creación, sosteniéndonos en nuestra fe y entregándonos un ingreso centenar adicional para la granja. Hemos visto también como Dios está cerca de nosotros estos días. ¡A ÉL TODA ALABANZA Y GLORIA!
Hermanas Elena Ramirez, Rita Bait Metan, Georgina Locson, Fely Galvez
Ramon Zubieta Community, Culianan, Zamboanga City