DESACELERA, NO VAYAS RÁPIDO

(Comunidad P. Noval, Manila)

 “¿Por qué estamos siempre apurados?” observemos por qué el mundo siempre está corriendo, por qué la gente está siempre apurada. Las industrias utilizan maquinas rápidas y por ello necesitan cada vez menos el poder del hombre. El Obispo Sócrates Villegas en la Misa de esta semana reflexionó en buscar el por qué estamos siempre apurados:

  • Primero, existen demasiados sufrimientos: enfermedades, hambre, pobreza. Sin embargo, se puede observar que algunos no están sufriendo, muchos no tienen hambre y los pocos ricos que hay están muy apurados. Van rápido porque no quieren perder lo que ya tienen. No quieren que otros tomen su lugar en la lista de ricos.
  • Segundo, otra razón de por qué la gente está apurada es porque ya no aman. El amor está reduciéndose en el corazón del hombre porque se ha ido. Una persona que ama sabe esperar. El amor real es paciente, amable y puede esperar. Cuando el amor está ausente, nos volvemos impacientes. Una persona que ama no se preocupa del tiempo – para él, el tiempo es estar junto a quienes ama.
  • Tercero, esto ocurre porque no creemos ya en Dios. Dios es siempre paciente con nosotros y Él ha estado esperándonos. Dios es eterno y está dispuesto a esperar. Si no creemos en Dios o no lo valoramos más allá de nuestros esfuerzos – no podremos esperar. Queremos que Dios se apresure y solucione nuestros problemas inmediatamente. Dios nos permite vivir en nuestras frustraciones, permite que nos enfermemos, permite la crucifixión para continuar…con esto Dios nos está enseñando a crecer, lo que tiene su propio ritmo. Cuando comencemos a conocer los tiempos de Dios, no estaremos más en apuros, aprenderemos a esperar.

Veamos nuestro diario vivir… ¿En qué oportunidades se hace la espera tan pesada? Veamos las opciones: ¿Más tiempo para la oración o una forma de oración más corta?, ¿Qué tal si preferimos quedarnos en la mesa luego de las comidas en lugar de salir apresurados a revisar emails, correspondencia o chequear los últimos posts en Facebook?, ¿Dónde queremos quedarnos frecuentemente? ¿un lugar común en la comunidad, en confinamiento o en nuestra habitación?

Cuando conozcamos los tiempos de Dios y cuando el amor no ha disminuido, finalmente no estaremos apresurados. Aprendamos a esperar. ¿Estamos aun apurados? Si tu respuesta es sí, pide a Dios paciencia, que reencienda el fuego del amor en nuestros corazones y que nos haga entender que Dios responde nuestras oraciones en su propio tiempo.

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