El evangelio de hoy nos ofrece dos temas: quién es Jesús y la Iglesia. Marcos fue el primero en ser escrito y no hace ninguna referencia a la Iglesia ni a la promesa a Pedro. Por ello, los estudiosos de la Biblia señalan que Jesús nunca pensó en fundar una iglesia, Jesús era totalmente judío y no pensaba en crear una religión, su idea era purificar el judaísmo de la injusticia y opresión que había. Los seguidores más cercanos de Jesús tampoco pensaron apartarse del judaísmo, pero el rechazo radical de las autoridades judías les llevó a emprender su propio camino, el cristianismo.
Una nueva Iglesia centrada en Cristo Jesús, que nos mostró con su vida la conexión plena y total con el Padre. Un vínculo tan profundo que le ayudó a vivir en coherencia y fidelidad en todo momento, aún en los más difíciles. El amor a los más débiles por encima de las leyes, le costó la vida.
Jesús nos pregunta: ¿Quién dices que soy yo? ¿Qué dice tu vida de mí?
Quizá nuestro desafío sea descubrir la humanidad plena de Jesús y no verlo como un extraterrestre distinto a nosotros, para que podamos aceptar que es posible vivir como Jesús vivió. Y entonces responder con nuestra propia vida lo que es Jesús para cada uno. Podremos así sentirnos hermanos de todos, sin hacer distinciones. Y preguntarnos día a día lo que es Jesús para nosotros, atentos a los cambios que semproducen cuando lo miramos y nos dejamos mirar por Él.