La Congregación para institutos de Vida Consagrada, ha publicado unas orientaciones que quieren iluminar la situación que viven las Congregaciones de abandono de sus miembros o de una vida que no expresa la fidelidad al compromiso asumido libremente.
En la introducción se señala:
“Nuestro tiempo es un tiempo de prueba: «es más difícil vivir como una persona consagrada en el mundo actual». La dificultad para vivir la fidelidad y la disminución de las fuerzas en la perseverancia son experiencias que, ya desde sus orígenes, pertenecen a la historia de la vida consagrada. La fidelidad, a pesar del oscurecimiento de esta virtud en nuestro tiempo, está inscrita en la identidad profunda de la vocación de los consagrados: está en juego el sentido de nuestra vida ante Dios y la Iglesia
La coherencia de la fidelidad permite apropiarse y volver a conquistar la verdad del propio ser, es decir permanecer (cf. Jn 15,9) en el amor de Dios. Somos conscientes de que la cultura actual de lo provisorio, una cultura capaz de generar una fidelidad frágil no cesa de influir en las opciones de vida y en la vocación misma a la vida consagrada; y «cuando el “para siempre” es débil -afirma el papa Francisco-cualquier razón vale para dejar el camino comenzado»
Es un documento muy recomendable de leer y reflexionar.