ICA EN EL OJO DE LA PANDEMIA

La falta de liderazgo del comando COVID regional encabezado por el gobernador de Ica, Javier Gallegos, y la desarticulación con los gobiernos locales, han prevalecido durante los primeros 100 días de la pandemia en Ica. Fue la Defensoría del Pueblo quien alertó las de ciencias para contrarrestar el impacto del coronavirus en Ica.

Ellos reportaron la ausencia de un plan de contención, luego el colegio médico se retiró del comando COVID al ver que no estaba integrado por un equipo de expertos, se cerraba el espacio a los alcaldes provinciales y se tomaban decisiones sin sesionar.

Mientras el gobernador aún no logra encontrar respuestas y salidas, Ica pasó a ser la región con mayores casos de muerte por número de infectados. Las causas pueden ser muchas, las autoridades han reforzado el mensaje de ser una ciudad que no respeta las reglas y no asume su responsabilidad en el autocuidado, algo de cierto hay.

Sin embargo, se han quedado sordos, ciegos y mudos para responder a la cantidad de denuncias evidenciadas en las redes sociales, al no cumplir las agroexportadoras con las medidas de bioseguridad.

¿Qué está pasando con las agroexportadoras?

 Al inicio de la cuarentena fueron pan de cada día las informaciones sobre vulneración de derechos: transporte inadecuado (un bus a tope de trabajadoras), intercambio de mascarillas entre trabajadores, servicios higiénicos insalubres, zona para los alimentos sin distanciamiento requerido. Siendo un riesgo inminente de contagio.

Así también, suspensión perfecta, casos positivos asintomáticos, despedidas luego de las pruebas rápidas y de llevar el virus a sus familias, un médico para atención de tres o cuatro fundos del mismo empresario.

El reporte de la DIRESA nos lleva a analizar que, de las personas infectadas en Ica, un gran porcentaje se encuentra en distritos donde hay mayor concentración de trabajadores en los fundos. Pachacutec es un claro ejemplo, distrito que alberga a la empresa Agrokasa, con sus fundos Santa Rita y La Catalina; a la fecha tiene 148 casos y su población es de 7.411 habitantes.

Es preocupante lo que se viene, pues en época de cosecha, con una demanda de mano de obra que va a crecer (de requerir 200 trabajadores, se contrata a 4000 en esta época), se agravará pues con 30 días más de cuarentena y las actividades laborales paralizadas en su mayoría, la gente no tendrá otra salida que la de realizar trabajo temporal en los fundos. El riesgo es alto pues la característica de estas labores tiende a que los trabajadores se junten para almorzar, utilizar los mismos servicios higiénicos, transporte, se formen más colas en bancos para cobrar semanalmente su pago. Si las autoridades no han logrado controlar 300 trabajadores y los empresarios han pensado solo en la rentabilidad, urge una coordinación efectiva entre autoridades y empresarios

Rosario Huayanca Zapata

Comunicadora de CODEH Ica

SIGNOS EDICIÓN DIGITAL ESPECIAL, PERÚ.

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