Conocer cómo viven la situación de la pandemia cada una de nuestras hermanas me ha llenado de gozo y alegría. Sus noticias nos llegan en momentos muy cruciales, surgen en repuesta a una invitación, se les invita a dar a conocer lo que están pasando en su diario vivir con la gente que les rodea y sufren las consecuencias del coronavirus que arropa a la humanidad. Mi contacto de hoy, con ustedes, no es para relatar, o hacerles partícipes
de situaciones, donde yo o mi comunidad intervenimos o aportamos, simplemente me comunico para decirles, GRACIAS por su ayuda solidaria.
Somos una pequeña comunidad de personas mayores en cuarentena, aisladas que se nutren de las noticias que nos van llegando y acompañamos con nuestra oración a las personas, que, como ustedes, se acercan, y prestan ayuda a los que están en necesidad.
Hoy, solo pretendo, desde mi impotencia del “hacer” y desde lo más profundo de mi “ser”, agradecerles y expresarles a todas y cada una de las hermanas que estoy tocada y feliz por sus intervenciones. En cierta manera me siento beneficiada y acompañada a través de la distancia por esa entrega humanitaria que están realizando.
En mi interior vivo y siento ese servicio y les aseguro, esto me está enseñando a ser mejor persona.