DE LA ITINERANCIA POR LOS RIOS A LA ITINERANCIA DE ACTIVIDADES RELACIONADOS A NUESTRA MISIÓN EVANGELIZADORA

Nuestra Comunidad itinerante integrada por cuatro hermanas y dos frailes dominicos, tiene la responsabilidad de animar la vida de la misión de Kirigueti y Timpía con sus respectivas comunidades. Al igual que otras comunidades nos hemos visto afectados por la pandemia.

Como todos los años antes de empezar nuestra labor misionera nos dispusimos a planificar. Nos gusta que la planificación señale día, mes, hora, actividades y responsables. Todo encajaba perfectamente y estábamos listos para iniciar el año. Ni siquiera se nos pasó por la mente que LA PANDEMIA iba a tocar nuestras puertas y que la misión de salir a las comunidades y atender a los internados tomaría otro rumbo.

Cuando el gobierno el 11 de marzo dispone que no se inicien las clases, y luego lo de la cuarentena, tuvimos que cambiar nuestro chip mental, llamar a las comunidades para que los 60 estudiantes de nuestra residencia no vengan a la misión. Llamada tras llamada por teléfono y radio, conseguimos que no vengan, solo dos estudiantes de la comunidad de “Montetoni” vinieron con el profesor, pero él los llevo a su casa.

Como comunidad nos planteamos ¿qué hacer ahora? En nuestra planificación teníamos señalado estudiar el idioma, temas de cultura, la realidad de la Amazonía, la Encíclica querida Amazonía, realizar la adaptación de los materiales para las catequesis. Pensamos que nos venía bien aprovechar este tiempo para estudiar “Querida Amazonía”, así que manos a la obra, y ya va dando resultados  nuestro trabajo. “Al mal tiempo buena cara”. En la comunidad decimos que todo lo que tenías entre manos era mucho, no sé cuándo lo hubiéramos hecho. Digo yo, como el papel aguanta todo…

No contábamos con que el Gobierno iba a lanzar el programa “aprendo en casa”, lo que implica   coordinar con los jefes de las comunidades, padres de familia y estudiantes. El programa propuesto por el gobierno no está al alcance de todos, porque en varias comunidades no hay luz, no tienen televisión, y en los pocos lugares que hay wifi es muy limitado.

Vemos que los profesores están haciendo muchos esfuerzos para que los alumnos puedan captar algo. Ellos están dando a conocer sobre la enfermedad del CORONA VIRUS, las formas de prevención, tanto en su idioma como en castellano. El nivel educativo es muy bajo que pienso que si logramos que los estudiantes sepan las cuatro operaciones principales y que sepan razonar lo demás “vendrá por añadidura”. 

Y como una cosa no viene sola se nos juntó lo de los alimentos que los estudiantes consumían en el Colegio, estaban en la Institución, pero no se daba permiso para repartir, cuando ya se da la orden solo sería entregado a los padres de familia y los estudiantes de nuestra residencia quedaban fuera de ello. Así que gestionamos para que se nos entregará, y nosotros nos comprometimos hacer llegar a cada comunidad y así fue. Cumplimos con el compromiso, aunque nos llevó tiempo y costo. Cuando se ama lo que se hace no hay cansancio ni tiempo que te impida hacerlo. No en vano tenemos como ejemplo a una gran mujer que nos recuerda “no basta hacer el bien es necesario hacerlo bien”.Solamente se hace el bien a las almas en la medida que se les ama”.

Como Dios a cada uno nos da los dones para poner al servicio, en nuestra comunidad además de los diferentes trabajos que tenemos entre manos, se están confeccionando mascarillas, restaurando algunas imágenes, reparando los espacios de albañilería, elaborando proyectos para hacer frente a esta situación en las comunidades, comunicándonos con los estudiantes, etc.

Así vamos construyendo comunidad día a día “Quedándonos en casa”

Susana Fong Castellano.

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