Necesitamos ir cambiando la manera en entender y de vivir la cuaresma. Siempre se nos ha dicho que es un tiempo para mirar nuestros fallos y reconocernos pecadores ante Dios y pedir que nos perdone, pues para eso vino Jesús, a “perdonar nuestros pecados”. Pero, luego que se nos pasa la alegría de sabernos perdonados, volvemos a pecar y nos llega otra vez la angustia de fallar nuevamente.
La Cuaresma es tiempo para analizar nuestra vida y darnos cuenta con qué frecuencia nos equivocamos, y que esto nos aleja de nuestra meta, nos aleja del amor. La cuaresma es para descubrir dónde está nuestra meta y caminar hacia ella. ¿Y cómo ir hacia nuestra meta? Jesús es el camino, Jesús es el guía de nuestra vida.
Jesús venció las tres tentaciones
PRIMERA: Pretendía convertir a Jesús en oprimido y le ofrece para liberarse a cambio de pan.
SEGUNDA: Le ofrece honor y gloria a cambio de servidumbre.
TERCERA: Le ofrece poder sobre todos y sobre todo.
Las tres tentaciones se resumen en opresión. Este es el único y mayor pecado que nos impide ser humanos.Ni placer, ni vanagloria, ni poder pueden ser la meta de nuestra vida. En este tiempo de cuaresma por los grupos de WhatsApp se nos invita a cambiar el ayuno de carne por algunos actos de caridad:
Agradecer por todo lo que nos llega
Recordar a los demás que los amas
Saludar siempre, y saludar con alegría a los que vemos a diario